En una conversación poco común pero profundamente significativa, el docente Jorge Cruz, coordinador del grupo de investigación en Inteligencia Artificial de la PUCE-Quito y profesor de la carrera de Comunicación, mantuvo una entrevista junto a un interlocutor muy particular: una inteligencia artificial llamada Vera, activada mediante un chat de voz.
Durante la entrevista, Jorge Cruz explicó que la inteligencia artificial (IA) no es un reemplazo del ser humano, sino una herramienta poderosa que, bien utilizada, puede potenciar nuestras capacidades.
“Tú puedes patear la pelota contra la pared y jugar solo, pero si alguien te la devuelve, el juego es mucho mejor. Aprendes a jugar diferente”, Jorge Cruz.
En su rutina como profesor, Jorge Cruz utiliza la IA para tareas como: crear rúbricas, revisar textos, traducir documentos y hasta generar ideas. Lo más valioso, dice, es que la IA puede adaptarse al estilo personal de cada uno con el paso del tiempo, reconociendo preferencias y necesidades. Por su lado, Vera complementó diciendo que su propósito es asistir, no reemplazar, y que su ayuda se vuelve más efectiva mientras más conoce a la persona que la usa.
La conversación abordó temas como la privacidad de datos y manejo de los mismos, además del miedo existente sobre este tema. Vera respondió que no guarda datos personales a menos que el usuario lo permita, y que nada de lo compartido se utiliza para entrenar otros modelos de IA. Todo se queda en la conversación, mencionó Vera, esto como parte del compromiso para garantizar seguridad y confidencialidad.
Ambos coincidieron en la necesidad de que cada país cuente con regulaciones claras sobre el uso y la protección de datos, o mejorar leyes ya existentes. Estas normas ayudarían a generar confianza en la tecnología y permitirían un uso más ético y transparente. También discutieron la importancia de identificar posibles sesgos en los sistemas de IA, sobre todo en contextos como Latinoamérica, donde aún no existe un marco de entrenamiento local sólido.
Esta experiencia demuestra que la inteligencia artificial no está tan lejos como pensamos, y que, si se la conoce bien, puede convertirse en una gran aliada para el desarrollo personal y profesional.
Puntos importantes:
– La inteligencia artificial es una herramienta, no un reemplazo.
– La IA y su aporte en la educación.
– Privacidad de datos y seguridad para una navegación segura.
– Regulación local de la IA.
– Importancia de identificar sesgos al momento de usar IA.